La actualización es crecimiento y fortaleza
¿Cuál es tu email? Si nos hubieran hecho esta pregunta hace algunos años, probablemente nos hubiéramos quedado sin saber que responder. Hoy en día, el correo electrónico es una herramienta de nuestro diario vivir. Todas hemos interactuado con un teléfono, un televisor, una computadora o cualquier otro aparato electrónico al que, en un principio, tal vez no le entendíamos ¡y después nos ha resultado imprescindible!.
Este proceso de actualización constante lo hacemos de manera inconsciente, es algo que la vida cotidiana nos va requiriendo y lo vivimos casi sin darnos cuenta de ello. Así sucede en casi todos los ámbitos de nuestro diario vivir, no solo en el tecnológico. Como personas tenemos la necesidad de actualizarnos constantemente, de desarrollar nuevas habilidades y ensanchar nuestras capacidades.
En 1974, año de la fundación de ANSPAC, la comunicación a distancia se hacía por teléfono fijo, lo cual era sumamente costoso y complicado; en algunas de las empresas grandes se utilizaba también el Telex, unas enormes tiras amarillas de papel perforado, muy angostito, que los expertos convertían en mensajes. Con el paso de los años se fue desarrollando y comercializando el fax, un sistema que permite trasmitir a distancia por la línea telefónica textos o dibujos (telecopia). En sus inicios, transmitir una sola hoja tardaba de 6 a 8 minutos.
La tecnología de las comunicaciones ha revolucionado nuestra vida cotidiana casi sin que nos percatemos de ello. Hemos ido cambiando del telex al fax, del fax al scanner; de la computadora a la laptop, de la laptop al ipad; del teléfono fijo al inalámbrico, al móvil; televisores de diversos estilos y tamaños… y nos vamos adaptando a las novedades, actualizándonos para poder aprender a utilizar y sacar el máximo provecho de estos aparatos electrónicos cada vez con mayor potencial de uso.
De igual manera, destaca en los últimos tres años el uso de las redes sociales. Se ha realizado investigaciones sobre la estrategia de Barak Obama para llegar a la presidencia de los Estados Unidos: su comunicación y la difusión de sus propuestas a través de las redes sociales. Por otro lado, las tragedias que se han vivido en otras partes del mundo, como el terrible tsunami que sufrió Japón en 2011 sirvió de muestra para evaluar la función fundamental que estos medios están jugando en la nueva estructura de comunicación mundial. Después del terrible terremoto y posterior tsunami padecidos en aquel país, la comunicación telefónica tradicional estuvo interrumpida. Gracias a las redes sociales menos de una hora después del primer temblor hubo hasta 1200 tweets por minuto desde Tokio, un día después, se habían creado casi 600 mil cuentas nuevas de Twitter y la cantidad de tweets enviados en 24 horas superó los 177 millones. Asombroso e inimaginable hace pocos años.
Tenemos que estar actualizándonos permanentemente para seguir formando parte de todo este maravilloso sistema que es la vida humana y está en constante evolución. Y, como todo es evolución sin límites, es indispensable nuestra adaptación permanente para sobrevivir. Esto solo puede hacerse por medio de la superación intelectual, ética y física. Estar al día hoy significa estar en comunicación constantemente. El cambio que vivimos es tan rápido que en la actualidad se estima que si una persona no se actualiza, queda obsoleta en menos de tres años. Si hace 30 años se consideraba analfabeta a una persona que no sabía leer ni escribir, hoy en día se puede considerar obsoleta a quien no sabe utilizar la computadora o el teléfono móvil.