Hay momentos en los que todo pareciera fluir, en los que sentimos que la vida nos sonríe y es fácil dejarse llevar. No nos planteamos qué es lo que nos está ocurriendo porque estamos conformes con nuestra vida y nos sentimos a gusto con nosotros mismos. En esos momentos, nos resulta fácil salir de la cama por la mañana y empezar bien el día.
Por el contrario, la vida a veces nos presenta momentos no tan buenos… Épocas más oscuras en las que todo nos supone un esfuerzo extra y hasta nos llega a costar realizar la más mínima acción.
Es importante cómo uno mismo encara su propio malestar. Y la mejor forma de enfrentarlo es saliendo de la cama y empezar bien el día.
Algunas sugerencias que te harán sentir bien durante el día: