Algunos elementos para evaluar el nivel de felicidad son la expectativa de vida, libertad de elección de los ciudadanos y percepción de corrupción.
Las relaciones de calidad entre personas son un factor positivo que le dan felicidad a los mexicanos, principalmente: en la familia.
Sin la corrupción, violencia, criminalidad, desempleo y subempleo que vivimos en nuestro país, mejoraría nuestro estado de ánimo, y seríamos más felices.
Recuerda las verdades que inspiran nuestra vida:
La maldad se combate con abundancia de bien. Nuestra fuerza está en nuestro interior para combatir los males que nos afligen.
Hagamos que nuestro proyecto de vida se fundamente en la búsqueda de hacer el bien. No basta ser bueno…¡hay que causar el bien!
Para ser feliz, hay que creer en lo que a uno verdaderamente le importa, lo que quiero. La felicidad sólo nace cuando nuestro proyecto es de veras algo personal.
Enfrentar dificultades sin sentirnos infelices, sólo se logra si hay una conformidad íntima entre lo que soy y lo que quiero.
Mi vida es la oportunidad de conocerme y hacer lo debido para alcanzar la felicidad.